"Soy hijo de Eduardo Seguel. Busco a mi hermano de 27 años aprox. Nuestro papá es cordobés , yo soy de Entre Ríos. Soy Cristian, comunicate! soydeltao@hotmail.com".
Este cartel lo vi ayer en calle San Martín casi esquina Gutiérrez, en pleno centro de Mendoza. Ojalá Eduardo tenga suerte y encuentre a su hermano con este método de búsqueda tan poco ortodoxo.
Volvemos con esta sección de Persiana Americana, en la que voy a compartir mi opinión sobre nuevos discos de música que vaya comprando.
Para continuar, voy a opinar sobre In Rainbows, este gran disco de Radiohead, que compré hoy por la mañana. Ya mucho se ha hablado sobre este CD y toda la polémica que generó la decisión de la banda de publicar las canciones por internet antes de lanzar el disco a la venta.
Por un lado, reconozco que es una decisión interesante para acabar en cierto punto con el oligopolio de las grandes compañías disqueras, pero por otro lado me parece que se pierde un poco esa linda sensación que genera el hecho de tener un disco nuevo entre las manos, y poder apreciar no sólo la música, sino también el arte de tapa, los colores, los libritos con las letras, entre otras cosas.
Pasando de lleno al aspecto musical del disco, me parece que In Rainbows es una gran conjunción de toda la historia de Radiohead, ya que las canciones toman elementos propios de los primeros discos y lo fusiona con arreglos propios de los discos más actuales. El CD contiene muy buenos temas como 15 Step, Nude y House of Cards, aunque sin dudas, la mejor canción de este nuevo material me parece Bodysnatchers.
Como conclusión, In Rainbows es un gran disco, con arreglos excelentes e invita a escucharlo varias veces ya que la mayoría de las canciones son bastante adictivas.
Es interesante ver como ha pegado el popular juego de mesa TEG en los últimos años, sobre todo entre los adolescentes.
¿En cuánto tiempo los DVD se volverán demasiado obsoletos y los tendremos que reemplazar, cómo pasó en este último tiempo con todas las colecciones en VHS?
Este sábado vamos con un par de videos de una gran actriz como es Uma Thurman.
Como el martes que viene es su cumpleaños, desde Persiana Americana queríamos hacerle una pequeña semblanza a modo de homenaje a esta excelente actriz norteamericana.
Acá vamos a ver algunos momentos de su carrera, en algunos de sus mejores papeles, según mi opinión.
Empezamos con un fragmento de Pulp Fiction, la mejor película de todos los tiempos. Esta es la famosa escena de baile entre Mia y Vincent.
Seguimos con otra escena de Kill Bill Volumen 1, otra buena película. Esta es la pelea entre Beatrix Kiddo y Vernita Green.
Finalmente un fragmento de la película Batman and Robin, reconozco que no me parece una gran película, pero la actuación de ella como Hiedra Venenosa es genial.
Volvemos con esta sección de Persiana Americana, para criticar ciertas canciones que son en verdad espantosas.
Hoy vamos con "Flaca", de Andrés Calamaro. Esta canción no me gusta para nada, de hecho me molesta muchísimo. La introducción con el saxofón, la horripilante letra, el estribillo que tiene, todo me parece asqueroso.
Y menos aún me gusta el video, con él haciéndose el galán mientras intenta conquistar a un par de chicas. En esta sección, en la que me dedico a criticar libremente, pido la censura definitiva de este tema.
Retomamos esta sección de Persiana Americana, para saber que ha pasado con algunos personajes mediáticos, que han desaparecido sin dejar rastro alguno.
Para continuar, hoy elegimos a Nora Cárpena, quien supo actuar en varios programas de televisión, cómo las telenovelas Sálvame María o Padre Coraje, pero en la actualidad no se tienen datos sobre ella.
Cualquiera que posea alguna información sobre esta señora, tiene los comentarios para opinar.
Retomamos esta clásica sección de Persiana Americana, en la que seguimos opinando acerca de ciertos temas que sin duda alguna, separan en dos las opiniones de la gente.
La discusión de hoy es acerca de un problema bastante común a la hora de la comida, cuando se va a disfrutar de un rico bife de chorizo. Por eso les pregunto: ¿cómo prefieren comerlo? ¿seco o jugoso?
Anoche soñé que era uno de los artistas del excelente espectáculo Love, del Cirque du Soleil, el cual es representado al compás de la música de The Beatles.
Además, y sobre el final del show me daba el gusto de hacer una versión a cappella de "I am the Walrus".
Este sábado continuamos con la idea surgida hace un par de sábados atrás, y por eso vamos con un par de videos musicales de algunos artistas cuyas canciones estén relacionadas en cierta forma con la lluvia.
Empezamos con una gran canción de Los Rolling Stones, Rain fall down.
Continuamos con otro buen tema interpretado por Rod Stewart, Have you ever seen the Rain.
Y para cerrar, otro gran tema de U2, Electrical Storm.
Créanme, porque es verdad, tener amigas bisexuales es lo mejor que me pasó en la vida.
Y por respeto a cierta gente no puedo contar mucho más.
Seguimos con esta clásica sección de Parecidos con figuras del ámbito deportivo.
Este mes vamos con Antonio Barijho, delantero de Huracán, y Juan Pablo Carrizo, arquero de River.
A estos jugadores, yo los veo muy parecidos.
Volvemos con esta sección de Persiana Americana, esta vez para tomar parte sobre una eterna discusión que siempre surge en reuniones con amigos, a la hora de refrescarse con una rica gaseosa.
La encuesta de hoy es acerca de dos clásicas marcas de gaseosas, Coca-Cola y Pepsi. Por eso les pregunto: ¿cuál de estas gaseosas eligen? Yo creo que me inclino por la Coca.
¿Cuándo los meteorólogos dicen que habrán precipitaciones aisladas qué quieren decir, qué va a llover en algún campito?
Este sábado seguimos innovando con la idea surgida el sábado pasado, y por eso vamos con un par de videos de algunos artistas cuyas canciones estén relacionadas en cierto sentido con las nubes.
Empezamos con un gran tema de George Harrison, Cloud Nine.
Seguimos con otra buena canción de Simon and Garfunkel, Cloudy.
Finalmente, otro buen tema de The Eagles, No more Cloudy days.
Retomamos esta sección de Persiana Americana, en la que voy a revelar algunas cuestiones personales que son parte de mi vida diaria.
Esta vez voy a confesar que nunca he podido ver entera una carrera de automovilismo, ni de Fórmula 1, Turismo Carretera ó TC 2000. Ninguna de sus competencias ha conseguido atraparme y causarme algún tipo de emoción.
Sinceramente me aburre en demasía todo lo relacionado con los fierros.
Nuevamente me continúan asombrando los muchachos de la Iglesia Católica. Otra vez se mandaron otro bolazo bastante interesante.
Parece que ante la escasez de gas y el tema de la crisis energética, esta vez han adoptado un tipo de castigo más acorde a estos tiempos.
Esperemos que la Iglesia siga sorprendiendo con nuevas e interesantes declaraciones, que hacen que cada día pierdan más credibilidad.
Anoche, enganché la película “Thirteen” por FOX. Y como es una de mis favoritas de los últimos años, no puedo dejar de publicar mi crítica de esta gran obra.
La película básicamente trata la historia de dos jóvenes adolescentes, Tracy y Evie (interpretadas de manera brillante por Evan Rachel Wood y Nikki Reed), que se conocen en el colegio secundario.
Tracy busca integrarse al grupo de amigas de la popular Evie, pero en un comienzo no lo consigue. A partir de ahí, Tracy cambia completamente su forma de ser, todo con tal de poder ingresar al círculo de Evie. Comienza a fumar, a consumir drogas, a robar dinero y cambia su apariencia por completo.
A partir de ese momento, surge una muy buena relación entre ambas, que comienzan a pasar cada vez más tiempo juntas, sobre todo en casa de Tracy. Aprovechando esto, Evie le cuenta a Mel, la madre de Tracy, que el novio de su madrastra le pega y abusa de ella, por lo cual prácticamente consigue quedarse a vivir casa de Tracy. Durante ese tiempo se la pasan vendiendo droga, conociendo distintos chicos, haciéndose piercings, entre otras cosas.
A todo esto, los efectos de este rotundo cambio de personalidad de Tracy, comienzan a ser notorios, sobre todo por su madre, con quien está cada vez más enojada y en contra. Por esto, Mel piensa que Evie es una mala influencia para su hija y la lleva de nuevo a su casa original. Esto hace que Evie se enoje mucho con Tracy y que les cuente a sus madres todo lo que ambas han hecho en el último tiempo.
El final, concluye con una serie de acusaciones cruzadas entre todos y con la decisión final de Evie y su madrastra de mudarse a otra ciudad. Por otro lado, Mel intenta contener a Tracy y le dice que va a ayudarla con sus problemas.
Como conclusión, una de las mejores películas de los últimos años. Debo admitir, que no todos los temas que trata la película me parecen del todo graves, aunque algunos otros sí. Sin embargo, y pese a esta opinión, creo que esta cinta principalmente sirve para que muchos adultos tomen conciencia sobre los problemas y los peligros que pueden tener sus hijos.
En esta nueva sección de Persiana Americana vamos a aprovechar para aclarar y develar ciertos temas cotidianos de los que la mayoría de la gente no está al tanto, es decir vamos a aprovechar como se dice vulgarmente, para avivar giles.
El primer dato de color que tiramos es que la banda de rock nacional A.N.I.M.A.L., no lleva ese nombre haciendo referencia a ninguna especie de la naturaleza, sino que significa "Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar".
Este sábado decidimos innovar y por eso vamos con algunos videos musicales de artistas cuyas canciones estén relacionadas en cierta forma con el astro rey, el Sol.
Empezamos con una gran canción de Los Beatles, Here comes the Sun.
Continuamos con otro buen tema de Aerosmith, Sunshine.
Y para cerrar, otro buen tema de Catupecu Machu, Le di Sol.
Es muy de grasa amontonarse como ganado a observar cuanto espectáculo callejero se presente.
Retomamos esta clásica sección de Persiana Americana, para hablar sobre ciertos temas incómodos que hacen que uno se ponga bastante molesto.
Esta vez voy a opinar sobre un tema más que recurrente, a la hora de utilizar el servicio del messenger. Me molestan fuertemente aquellas personas que ponen frases en el espacio del nombre tales como "mi amor te amo con todo mi corazón", "lks aguante el tomba" o "soy un oligofrénico del orto", todo ello acompañado con caritas, estrellas, corazones y sandeces varias.
No me molesta tanto que personalicen un poco su nick, pero está claro que para poner todo ese tipo de cosas está el espacio "escribir un mensaje personal".
Capítulo XXII. En los grandes almacenes.
Así fue cómo el mes de enero pasado, cuando empezaba a caer la nieve, ¡y si me hubiera caído encima, me habría delatado!, agotado, helado, dolorido, tremendamente desgraciado, y todavía a medio convencer de mi propia invisibilidad, empecé esta nueva vida con la que me he comprometido. No tenía ningún sitio donde ir, ningún recurso, y nadie en el mundo en quien confiar. Revelar mi secreto significaba delatarme, convertirme en un espectáculo para la gente, en una rareza humana. Sin embargo, estuve tentado de acercarme a cualquier persona que pasara por la calle y ponerme a su merced, pero veía claramente el terror y la crueldad que despertaría cualquier explicación por parte mía. No tracé ningún plan mientras estuve en la calle. Sólo quería resguardarme de la nieve, abrigarme y calentarme. Entonces podría pensar en algo, aunque, incluso para mí, hombre invisible, todas las casas de Londres, en fila, estaban bien cerradas, atrancadas y con los cerrojos corridos. Sólo veía una cosa clara: tendría que pasar la noche bajo la fría nieve; pero se me ocurrió una idea brillante. Di la vuelta por una de las calles que van desde Gower Street a Tottenham Court Road, y me encontré con que estaba delante de Omnium, un establecimiento donde se puede comprar de todo. Imagino que conoces ese lugar. Venden carne, ultramarinos, ropa de cama, muebles, trajes, cuadros al óleo, de todo. Es más una serie de tiendas que una tienda. Pensé encontrar las puertas abiertas, pero estaban cerradas.
Mientras estaba delante de aquella puerta, grande, se paró un carruaje, y salió un hombre de uniforme, que llevaba la palabra "Omnium" grabada en la gorra. El hombre abrió la puerta. Conseguí entrar y empecé a recorrer la tienda. Entré en una sección en la que vendían cintas, guantes, calcetines y cosas de ese estilo y de allí pasé a otra sala mucho más grande, que estaba dedicada a cestos de picnic y muebles de mimbre. Sin embargo, no me sentía seguro. Había mucha gente que iba de un lado para otro. Estuve merodeando inquieto hasta que llegué a una sección muy grande, que estaba en el piso superior. Había montones y montones de camas y un poco más allá un sitio con todos los colchones enrollados, unos encima de otros. Ya habían encendido las luces y se estaba muy caliente. Por tanto, decidí quedarme donde estaba, observando con precaución a dos o tres clientes y empleados, hasta que llegara el momento de cerrar. Después, pensé, podría robar algo de comida y ropas y, disfrazado, merodear un poco por allí para examinar todo lo que tenía a mi alcance y, quizá, dormir en alguna cama. Me pareció un plan aceptable. Mi idea era la de procurarme algo de ropa para tener una apariencia aceptable, aunque iba a tener que ir prácticamente embozado; conseguir dinero y después recobrar mis libros y mi paquete, alquilar una habitación en algún sitio y, una vez allí, pensar en algo que me permitiera disfrutar de las ventajas que, como hombre invisible, tenía sobre el resto de los hombres.
Pronto llegó la hora de cerrar; no había pasado una hora desde que me subí a los colchones, cuando vi cómo bajaban las persianas de los escaparates y cómo todos los clientes se dirigían hacia la puerta. Acto seguido, un animado grupo de jóvenes empezó a ordenar, con una diligencia increíble, todos los objetos. A medida que el sitio se iba quedando vacío, dejé mi escondite y empecé a merodear, con precaución, por las secciones menos solitarias de la tienda. Me quedé sorprendido, al ver la rapidez con la que aquellos hombres y mujeres guardaban todos los objetos que se habían expuesto durante el día. Las cajas, las telas, las cintas, las cajas de dulces de la sección de alimentación, las muestras de esto y de aquello, absolutamente todo, se colocaba, se doblaba, se metía en cajas, y a lo que no se podía guardar, le echaban una sábana por en cima. Por último, colocaron todas las sillas encima de los mostradores, despejando el suelo. Después de terminar su tarea, cada uno de aquellos jóvenes, se dirigía a la salida con una expresión de alegría en el rostro, como nunca antes había visto en ningún empleado de ninguna tienda. Después aparecieron varios muchachos echando serrín y provistos de cubos y de escobas. Tuve que echarme a un lado para no interponerme en su camino, y, aun así, me echaron serrín en un tobillo. Durante un buen rato, mientras deambulaba por las distintas secciones, con las sábanas cubriéndolo todo y a oscuras, oía el ruido de las escobas. Y, finalmente, una hora después, o quizá un poco más, de que cerraran, pude oír cómo echaban la llave.
El lugar se quedó en silencio. Yo me vi caminando entre la enorme complejidad de tiendas, galerías y escaparates. Estaba completamente solo. Todo estaba muy tranquilo. Recuerdo que, al pasar cerca de la entrada que daba a Tottenham Court Road, escuché las pisadas de los peatones. Me dirigí primero al lugar donde se vendían calcetines y guantes. Estaba a oscuras; tardé un poco en encontrar cerillas, pero finalmente las encontré en el cajón de la caja registradora. Después tenía que conseguir una vela. Tuve que desenvolver varios paquetes y abrir numerosas cajas y cajones, pero al final pude encontrar lo que buscaba. En la etiqueta de una caja decía: calzoncillos y camisetas de lana; después tenía que conseguir unos calcetines, gordos y cómodos; luego me dirigí a la sección de ropa y me puse unos pantalones, una chaqueta, un abrigo y un sombrero bastante flexible, una especie de sombrero de clérigo, con el ala inclinada hacia abajo. Entonces, empecé a sentirme de nuevo como un ser humano; y en seguida pensé en la comida. Arriba había una cafetería, donde pude comer un poco de carne fría. Todavía quedaba un poco de café en la cafetera, así que encendí el gas y lo volví a calentar. Con esto me quedé bastante bien. A continuación, mientras buscaba mantas (al final, tuve que conformarme con un montón de edredones), llegué a la sección de alimentación, donde encontré chocolate y fruta escarchada, más de lo que podía comer, y vino blanco de Borgoña. Al lado de ésta, estaba la sección de juguetes, y se me ocurrió una idea genial. Encontré unas narices artificiales, sabes, de esas de mentira, y pensé también en unas gafas negras. Pero los grandes almacenes no tenían sección de óptica. Además tuve dificultades con la nariz; pensé, incluso, en pintármela. Al estar allí, me había hecho pensar en pelucas, máscaras y cosas por el estilo. Por último, me dormí entre un montón de edredones, donde estaba muy cómodo y caliente. Los últimos pensamientos que tuve, antes de dormirme, fueron los más agradables que había tenido desde que sufrí la transformación.
Desconfía de todos los hombres que utilizen chombas de vestir, ya que en su mayoría son garcas.
