Prensa amarela
Estamos esperando que alguna periodista local se anime a algo como esto.
Lo groso de la cronista es que no sólo decidió ponerse en bolas y posar para Playboy, sino que además era la amante del presidente del senado de Brasil lo cual lleva todo a un extremo muy bizarro.
De todas formas alentamos a que Paula Trapani, Gisella Marziotta o porqué no Fanny Mandelbaum se animen a hacer algo como esto.
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