"Eternal Sunshine of the Spotless Mind", de Michel Gondry

El martes en la tarde, enganché la película “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” por Hallmark. Pese a que la había visto un par de veces más, no pude evitar volver a verla y a publicar mi crítica.

La película básicamente trata la historia de una pareja, Joel y Clementine (interpretados de manera brillante por Jim Carrey y Kate Winslet), que después de una serie de problemas de pareja, deciden borrarse eliminar de sus memorias los recuerdos de cada uno.

Clementine es quien primero decide llevar a cabo este extraño procedimiento para borrarse de la memoria a su novio, por lo que cuando Joel intenta ir a recomponer las cosas entre ambos, se da cuenta de que ella no lo reconoce. Al enterarse que ella se sometió a este procedimiento de borrado de memoria, él decide hacer lo mismo, pero durante el proceso se da cuenta de que no quiere eliminar los recuerdos felices de su relación con Clementine, por lo que decide trasladarlos a lugares donde no puedan ser encontrados, como por ejemplo, momentos de su infancia.

En el último recuerdo de Joel, Clementine le dice que se encuentren en la ciudad de Montauk, por lo que a la mañana siguiente y con el proceso ya finalizado, Joel decide ir hacia allá.

Luego de esto, en el viaje de vuelta en tren, se ve como Joel y Clementine comienzan a conversar nuevamente, y la relación entre ambos vuelve a surgir.

Finalmente, y luego de escuchar unos casettes en los que ambos se dan cuenta que se habían borrado de sus memorias mutuamente, deciden volver a darle una oportunidad a su relación.

En resumen, una de las mejores películas románticas de los últimos años. Si son admiradores del buen cine, es obligatorio que vean este material.